18 diciembre 2007

La Calle

ayer salí de dudas, en vez de salir de compras o de paseo...


con lluvia matinal y sudor de tarde hueca, arremetiendo por el lado extremo de todas las cosas que vi.

tenía que partir el cielo cuando se me ocurrió saltar por las barreras de los caminos, de esas que hacen harto, para que los niñitos temerarios estrellen a su antojo.


bajo esa nube creo haberme preguntado muchas veces que por qué las calles, tan pequeñas, hacen la distinción entre un podemos conversar, un podemos gritar, o el podemos escuchar música solos y pegados a la ilusión.


yo tenía un amigo, el Ivan, de cabro más weno pal sound no supe más. nos conocíamos desde cabros chicos, juegamos a la pelota hartas veces, no obstante ese no era el foco de la amistad. era como una cosa más intercatatónica, como que derrepente nunca tuvimos nada que ver... el por su lado, yo por el mío, y éramos de la villa, los dos del mismo pasaje. el tenía un hermano, el Claudio, ese era bueno, reflexivo...


el asunto es que cada vez que uno recuerda estas situaciones es como volver a partir el cielo; como cuando se camina por ese estrecho trecho... el decía: "ya cabros, vámosnos por la familiar"; y la familiar era la calle... no la vereda que hoy es tan buena pa escuchar música que parece ajena.


mañana... mañana saldré de copas pocas