a veces,
cuando la estructura desaparece
y se sume
en un zumo de cosas banas
lejanas
destos tiempos…
Forastero es el silencio
que guarda mis secretos,
sin paciencia,
tomando en su jarra
estrellas de tarde vieja…
serenidad y cavilación -coraje que escapa-
tienen mis piernas
henchidas de cansancio
que no fructificó;
dame sólo una razón
para guardar en el recodo
-en la grieta-
que completa mi alma,
tus ojos nuevos
tu velo que cae
lejos…
dame un instante,
dame un tenue despertar,
para hacerlo espacio…
crees tú;
porque yo no…